La última gran erupción del Krakatoa es lo suficientemente reciente como para estar bien documentada. Los efectos de la erupción se extendieron por todo el mundo. La explosion final, el domingo 27 de agosto de 1883, se oyó a 4700 kilómetros de distancia. La onda expansiva y las olas marinas producidas por dicha explosión dieron la vuelta al planeta; originales puestas de Sol, producidas por la presencia de finas arenas en la armósfera, se pudieron observar incluso en Londres, y grandes islas flotantes de pumita fueron arrastradas por las corrientes de los océanos durante varios meses. La mayor parte de las 36000 víctimas fueron debidas, sin embargo, a los tsunamis provocados por la explosión. Estos tsunames, con olas de hasta 35 meteros de altura, arrasaron las costas de Java y Sumatra.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB3jCymE2OzfMYrU_XZPsizLxCvQvxzUt-P7mCnwevTKuPaXTgvs3eOA1fP53-McsWFLYsWkQv17A4Mbvs2AHSh2rnstjIgKe6IFU-Ta1lDs-fWJCzlB6FK4dLCYfJ5Er30_8dTBg-BrrP/s320/148_900x900.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario